Solemne 2



Solemne 2: Ética médica


Integrantes: Martina Bahamonde, Camila Díaz, Macarena León, Camila Marín y Catalina Vilches.

Profesora: Isabel Briceño

Grupo 8


Introducción.


En este trabajo se nos presenta el siguiente caso clínico: "Arturo es un paciente varón de 15 años, con diagnóstico de leucemia mieloide aguda. Sin tratamiento, la mortalidad a corto plazo de un paciente con esta patología es cercana al 100%.


Las alternativas de tratamiento son:

  • Quimioterapia para detener la progresión de la enfermedad en forma temporal (16 a 24 meses)

  • Trasplante de médula ósea con expectativas de remisión completa en el 40% de los casos.


Los padres no quieren que se le informe el diagnóstico al paciente. Dicen que a Arturo "le asusta la palabra cáncer y que no le gustan los hospitales". Además manifiestan que ellos "saben lo que es mejor para su hijo" y aceptan que se haga todo tipo de tratamientos. Arturo desconoce su enfermedad y no quiere estar en el hospital." En base a esto, debemos reflexionar sobre los valores y principios éticos presentados y las acciones que se podrían llegar a realizar, rigiéndose por la constitución política de Chile y el comité ético del colegio médico de Chile.


Análisis.


  1. Hechos. Desarrolle este punto considerando todo aquello que el método propone analizar en esta fase de la reflexión.


Hechos clínicos

Es un paciente es un varón de 15 años, quien fue diagnosticado con leucemia mieloide aguda (LMA), su pronóstico sin tratamiento tiene una mortalidad cercana l 100% en un corto plazo. Sus posibilidades de tratamiento son dos: quimioterapia invasiva, que puede detener la progresión temporalmente, y un trasplante de médula ósea con un 40% de posibilidad de remisión completa.


Hechos personales

Arturo es un adolescente de 15 años, es decir, es menor de edad, encontrándose en una etapa de madurez cognitiva y emocional en la que se permite la evaluación de su autonomía progresiva. Sabemos acerca de él que no está informado de su diagnóstico, que no le gustan los hospitales, por lo que no quiere estar hospitalizado y le asusta la palabra "cáncer".


Hechos familiares

En este caso, como Arturo es menor de edad, sus representantes legales son sus padres, quienes deben consentir sus tratamientos, y ya lo entregaron para cualquier tipo de tratamiento médico necesario para salvar la vida de su hijo. Sin embargo, se oponen a informar a Arturo acerca de su diagnóstico, argumentando que no está preparado y se vería afectado emocionalmente.


Hechos institucionales y legales

Respecto a esta situación, en Chile se reconoce el principio de autonomía progresiva (Ley 20.584 art. 10), el que le otorga a los adolescentes el derecho de ser informados y a participar en decisiones sobre su salud si es que tiene la madurez suficiente. Por lo que el equipo médico tiene el deber legal y ético de informar de verazmente y comprensible al paciente, actuar en su mejor interés, respetar la confidencialidad y la dignidad del paciente.[1]


Hechos contextuales relevantes

En este escenario, hay un posible riesgo de pérdida de adherencia al tratamiento si es que Arturo no comprende las razones de su hospitalización y los tratamientos agresivos a los que se debe someter. Además, se debe evaluar el nivel de madurez de Arturo, incluyendo un equipo con psicólogo y/o psiquiatra. Se debe tratar de lograr un equilibrio entre el respeto por la familia y la protección de los derechos del paciente.

2. Identifique el o los problemas éticos que evidencia el caso.

En este caso el mayor conflicto es que los padres no quieren informar al paciente sobre su diagnóstico. Aquí se ve en juego el respeto de la autonomía del paciente al estar desinformado, y por otra parte está el conflicto de beneficencia y no maleficencia por parte de los padres al paciente.

3. Identifique el o los valores y principios en conflicto. Explique por qué se observa dicho conflicto. Argumente.

    • Autonomía: Elegir no darle información al paciente sobre su diagnóstico niega completamente su autonomía, ya que no podría de ninguna manera participar en decisiones para su tratamiento. Para tener autonomía, la persona debe tener información clara y completa, la competencia para comprender esta información, y la libertad en la toma de decisiones.[2] Un adolescente de 15 años sin algún déficit cognitivo o mental, debería tener la madurez cognitiva y emocional para entender su diagnóstico, por lo que negarle información y excluir del proceso de toma de decisiones, vulnera completamente su autonomía.

    • Beneficencia/no maleficencia: Los padres creen que no contarle al paciente sobre su diagnóstico sería una forma de protegerlo y evitaría causarle sufrimiento, actuando bajo los principios de no maleficencia y beneficencia. Sin embargo, el desconocimiento podría generar más ansiedad para el paciente, ya que de todas formas los padres quieren que siga algún tratamiento. Al no comprender la situación, el paciente podría rechazar el tratamiento o sentir inseguridad respecto a su estado de salud. 

4. Identifique todos los posibles cursos de acción ante el o los problemas planteado  

Lo primero que se podría realizar es informar al paciente de su diagnóstico y con ello las opciones de tratamiento, los beneficios de esto es que se respeta la autonomía del paciente, donde puede participar en las decisiones relacionadas con su salud de manera informada. Las desventajas frente a este escenario es que se puede afectar el estado emocional del paciente y se estaría yendo en contra de la decisión de los padres.


Por otro lado, se podría no informar el diagnóstico a Arturo, respetando la decisión de los padres, pero con esto estaríamos limitando la autonomía del paciente, además se pueden generar problemas legales y éticos.


Otro caso que se puede emplear es comunicar el diagnóstico de manera gradual y adaptada a la madurez del paciente, utilizando estrategias de comunicación progresiva con el fin de respetar el derecho de Arturo y hacerlo partícipe, para que pueda participar en las decisiones relacionadas con su salud y sin violentar de manera abrupta su estado emocional.


En relación al curso de acción anterior, se podría hacer algo parecido, pero sin brindar información completa sobre su diagnóstico. Esto permitiría actuar con rapidez ante la urgencia clínica que presenta Arturo, pero a la vez, puede traer como consecuencia riesgos éticos considerables, ya que, el paciente no tiene conocimiento y no ha dado el consentimiento informado.


Por último, ante la complejidad que presenta el caso y los conflictos éticos y de valores que se pueden presentar, se puede recurrir a un comité de ética del centro de salud que se esté atendiendo el paciente. Este organismo puede analizar la situación desde una perspectiva imparcial y multidisciplinaria.


De todas formas, es importante considerar que Arturo no presente ningún déficit cognitivo que le imposibilite ser autónomo y poder decidir sobre su salud,


5. Proponga el probable curso óptimo y argumente la propuesta.


El curso más óptimo a considerar de los propuestos corresponde al de comunicar el diagnóstico de forma progresiva y adaptada a la madurez del paciente, puesto que, este representa un punto de equilibrio dentro de los principios éticos fundamentales aplicados en la práctica médica. Arturo está en una etapa de desarrollo en la que es capaz de comprender aspectos importantes de su salud, siendo partícipe de las decisiones que respeten su salud, asumiendo que Arturo no presenta ningún déficit cognitivo que le impida ser autónomo. A pesar de que legalmente es menor de edad, desde la bioética se considera su autonomía, donde tiene derecho a ser informado de su estado de salud. Previamente a esto sería ideal llegar a un previo acuerdo con los padres, informándoles sobre los derechos que presenta su hijo ante esta situación médica.


6. El análisis realizado y el curso de acción propuesto cumple con:


Primero debemos saber que es la prueba de publicidad, esto se refiere a que las decisiones clínicas se puedan defender de manera ética frente ala sociedad y sean aceptadas desde la moral general. En este caso, informar a Arturo cumple con esta prueba, ya que respeta su autonomía progresiva, que es un principio ético aceptado en bioética y en códigos internacionales. La decisión está basada en la transparencia, respeto y participación informada con el objetivo de que sea el mejor interés del paciente, para así respetar su dignidad.[3]

La prueba de legalidad es la que exige que toca acción médica se acoja a la legislación vigente. En este caso, informar al adolescente cumple con la Ley 20.584 art. 14, que se refiere a los derechos y deberes en salud, sobre informar a los menores con un lenguaje adecuado a su comprensión, edad y madurez.[1]


7. ¿Considera el método deliberativo una herramienta útil para la práctica clínica? ¿Por qué? Argumente su respuesta.


El método deliberativo permite dar posibles soluciones a casos en los que se pueden comprometer varios valores y conflictos éticos en la resolución de pronósticos de un paciente.[5] Este método se suele realizar en grupo o por lo menos entre 2 personas, lo cual permite dar una mayor cantidad de resoluciones y evitar juicios propios. Aparte, al ser un método ayuda a que este proceso sea sistemático y se eviten las omisiones de pasos, volviéndolo más eficiente en casos que se necesitan respuestas más rápidas.

Otro beneficio que tiene, es que este método no tiene como objetivo imponer una decisión, sino dar propuestas consideradas razonables y prudentes en relación a la situación, al marco ético y legal. Permitiendo a las personas involucradas tomar la decisión que más se acomode a sus necesidades.[5]


Conclusión

El caso clínico analizado evidencia la complejidad de la práctica médica cuando se enfrentan valores éticos fundamentales como la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia. A través del método deliberativo, fue posible identificar un curso de acción que considera tanto los derechos del paciente como el rol de la familia en la toma de decisiones. Comunicar el diagnóstico de forma progresiva y adaptada a la madurez de Arturo permite respetar su autonomía progresiva, promoviendo una participación activa e informada en su tratamiento, tal como lo establece la ley y los principios bioéticos. Este enfoque equilibra el deber de informar con el cuidado emocional del paciente y constituye una respuesta ética, legal y humanamente responsable frente a la situación planteada.

Bibliografía


Dra. Victoria Gálvez y Dra. Isabel Briceño.

Solemne II, EM I 2025.

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